domingo, 20 de abril de 2014

abre el rito de la fe




La Biblia según Vox Dei'' es la primera obra conceptual del rock en castellano...una obra que, sin lugar a dudas, marca un hilo en la historia del género acercando, sin llegar a tocar lo religioso, un mensaje de amor y humanismo.

Para su gestación, a fines de la década del '60, fueron necesarios casi dos años de intenso trabajo de investigación sobre las sagradas escrituras y más de 150 horas de grabación (casi récord para la época), que terminaron abruptamente por la desaparición del ''master''... lo que tuvo por resultado un disco incompleto: ''La Biblia'' vio la luz con el último de sus movimientos, el Apocalipsis, sin haber sido terminado.

El motor de ésta versión de '' La Biblia'', es un nuevo desafío: por primera vez, la obra que reunió a tres generaciones de argentin@s, va a ser escuchada en forma completa, e interpretada por el trío original.

De esta manera, Ricardo Soulé, Willy Quiroga y Rubén Basoalto, con los mejores adelantos técnicos y el estilo Vox Dei de los '90, llegan hoy a su público a través de su máxima obra, con un sonido actualizado, directo y transparente.

Junto a ''La Biblia'' se presenta, a manera de ''bonus track'': la Obertura de ''El Manto de Elías'' en dos movimientos, un adelanto del que será el sucesor de este disco y la nueva obra conceptual de Vox Dei.


Niño que flotas en las aguas.

Niño niño, niño niño.

Niño que te salvan de las aguas.

¿por qué te salvan niño niño?




¿De dónde traes ese niño?

¿De dónde lo traes?

Dímelo río.




Aguas frescas, para un niño.

Río mio, tibio niño.




¿Por qué te salvan niño del río?

Es que quizás no debas morir.

¿por qué te salvan niño del río?

Es que quizás debas vivir.




Aguas frescas para un niño.

Aguas frescas de este río.

Aguas frescas para un niño.

Aguas frescas de este río.




Ahora que eres hombre

yo te llamo para darte.

Un grande mensaje 

que a la gente debes dar.

Ve y vuelve pronto

que te espero para hablarte.

Ya llego el momento

nos tenemos que encontrar.




No debes buscarme;

yo estaré en cualquier parte.




Ya llegó el momento

nos tenemos que encontrar.




¡Sol que quiero verte,

que quiero verte y te voy a buscar!

¡Sol que quiero oírte,

que quiero oírte y te voy a escuchar!

Camino, camino...













Siento que crezco

y que subo

y que me veo por dentro

y me toco y me reconozco

y a mi lado estoy yo

que me hablo y me entiendo

y que ahora soy sueño

y me acerco y no muero.







Ahora que eres hombre

yo te llamo para darte.

Un grande mensaje 

que a la gente debes dar.

Ve y vuelve pronto

que te espero para hablarte.

Ya llego el momento

nos tenemos que encontrar.






Moisés significa ‘salvado de las aguas’ en egipcio antiguo.

En Éxodo 2:10 se narra: «Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija del Faraón  la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: “Porque de las aguas lo saqué”».




Camino, camino






¿Qué es el Éxodo? Es el viaje que realizaron los hebreos para volver a su tierra. Moisés, que había obtenido permiso del faraón para conducir a su pueblo fuera de Egipto, tomó el camino de oriente, consiguió atravesar el mar Rojo —cuyas aguas se abrieron milagrosamente— y llegar al desierto del Sinaí. La Biblia narra que, durante su estancia en el desierto, Moisés tuvo en el monte Sinaí la visión de Dios y la revelación de los Diez Mandamientos, leyes dictadas por Dios al «pueblo elegido» a través de Moisés, el hombre justo.


¿Qué importancia y valor tiene la obra de Moisés? Durante cuarenta años los hebreos vivieron en el desierto. Moisés empleó estos largos años para concluir la obra iniciada en el Éxodo: convertir a su gente en el pueblo de Israel, aliado de Yahvé, el único Dios. Las Tablas de la Ley eran el símbolo y la prueba de esta alianza, el lazo que unía a las personas. Moisés no pudo llegar a Palestina. Murió —dice la Biblia— con ciento veinte años, tras haber visto a lo lejos la tierra prometida.