lunes, 29 de septiembre de 2008

Cielo o infierno lo mismo da...*

*Dar es Dar ( Del disco Euforia)

En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes lo envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco...Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo, pero el hombre decía :" Para mí él no es un caballo,es una persona.¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?". Era un hombre pobre, pero nunca vendió su caballo.

Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo:
- Viejo estúpido. Sabíamos que algún día te robarían el caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras.¡Qué desgracia!
-No vayais tan lejos - dijo el viejo-.Simplemente decid que el caballo no está en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé,porque esto es apenas un fragmento.¿Quien sabe que va a suceder mañana?.
La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de quince días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no sólo esto, sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes.
De nuevo se reunió la gente diciendo:
-Tenía razón,viejo. No fué una desgracia sino una verdadera suerte.
-De nuevo estais yendo demasiado lejos - dijo el viejo- decid que el caballo ha vuelto..¿Quién sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Estais leyendo apenas una palabra en una oración ¿Cómo podeis juzgar el libro entero?

Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos...
El viejo tenía un único hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. la gente volvió a reunirse y a juzgar.
-De nuevo tuviste razón - dijeron -.Era una desgracia. Tu único hijo a perdido el uso de sus piernas y a tu edad él era tu único sostén. Ahora estás mas pobre que nunca.
-Estais obsesionados con juzgar . dijo el viejo-. No vayais tan lejos. Sólo decid que mi hijo se ha roto las piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos, y nunca se nos da más que esto.
Sucedió que pocas semanas después el país entró en guerra y todos los jovenes del pueblo fueron llevados por la fuerza al éjercito. Sólo se salvo el hijo del viejo porque estaba lisiado.El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabian que la mayoría de los jóvenes no volverían. Fueron a ver a al viejo y le dijeron:
- Tenías razón viejo,era una fortuna. Aunque tullido, tu hijo está aún contigo. Los nuestros se han ido para siempre.
-Seguís juzgando - dijo el viejo-.Nadie sabe. Sólo decid que vuestros hijos han sido obligados a unirse al éjercito y que mi hijo no ha sido obligado. Sólo Dios, el todo, sabe si es una desgracia o una suerte que así sea juzgada.



Fragmento del libro Cuentos para el cultivo del alma

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