jueves, 7 de agosto de 2008


Lo primero que escuché de él
por Fito Paez
Revista La mano Nº 48 Marzo 2008
Blood on the tracks fue lo primero que escuché de él. Un gran cantante y por ende un gran melodista. Lo otro, es que Bob Dylan es a la canción lo que Picasso a la pintura. Un hombre que ha sometido infinitos materiales a prueba y así inventa una estética. En esto se basa su fuerza. Pensar a Dylan, es pensar al hombre moderno. Me recuerda a Yupanqui. Gentes libres haciendo sus vidas más allá de los avatares de las épocas. A los dos, la crítica los ha tratado en álgun momento de herejes, por romper deliberadamente con las formas que supuestamente les estaban establecidas.
Volviendo a Dylan, es una figura moral. Sus músicas, sus palabras, tienen un valor fundamental para contar el mecanismo humano. Si no tuviéramos a Dylan y a la pléyade de ciegos que ven en la oscuridad, estaríamos más perdidos. La importancia de este artista fue y es silenciosa, así como las piedras. No se puede pensar la vida moderna sin Dylan. Porque es nuestro artista romántico. Rescata todo, le interesa todo. Es el artista de nuestro mundo. Es de las pocas personas a quien todo le interesa y por eso lo amamos.
Blood on the tracks fue lo primero que escuché de él. Gracias Bob porque quienes te conocimos a traavés de tus discos no volvimos a ser los mismos.

Meet Me in the Morning

Espérame por la mañana

Espérame por la mañana,
calle 56 esquina Wabasha
Espérame por la mañana,
calle 56 esquina Wabasha
cariño podríamos estar en Kansas
cuando la nieve empiece a derretirse
Dicen que el momento de mayor oscuridad
es justo antes del amanecer
Dicen que el momento de mayor oscuridad
es justo antes del amanecer
pero no será por mí que lo sabes
cada día ha sido oscuro desde que te fuiste.
Pequeño gallo cantando
debe tener algo en mente
Pequeño gallo cantando
debe tener algo en menteme siento como ese gallo
cariño, me tratas tan mal.
Los pájaros vuelan bajo, pequeña
me siento tan desamparado
Los pájaros vuelan bajo, pequeña me siento tan desamparado
bueno, ahora no tengo cerillas
y las puertas de la estación están cerradas.
Me abría paso a través de alambradas de espino
sentí caer el granizo
Me abría paso a través de alambradas de espino
sentí caer el granizo
sabes que corrí más rápido incluso
que los perros de caza
cariño, sabes que me he ganado tu amor.
Mira el sol hundiéndose como un barco
mira el sol hundiéndose como un barco
¿no le ocurrió eso a mi corazón, pequeña,
cuando me besaste en los labios?

Tangled Up in Blue

Envuelto en tristeza

Por la mañana temprano brillaba el sol

yo estaba tumbado en la cama

preguntándome si ella habría cambiado

si su pelo sería rojo todavía

sus parientes decían que nuestra vida juntos

iba a ser difícil con toda seguridad

a ellos nunca les gustó la ropa hecha en casa

el talonario de cheques de papá

no era lo bastante grande

y yo estaba a un lado de la carretera

la lluvia cayendo sobre mis zapatos

dirigiéndome a la costa este

el Señor sabe que he tenido que pagar lo mío

para seguir adelante

envuelto en tristeza

Ella estaba casada cuando la conocí

iba a divorciarse enseguida

la ayudé a salir de un follón, supongo

pero empleé demasiada energía

condujimos ese coche lo más lejos que pudimos

abandonándolo en el oeste

rompimos una triste noche oscura

ambos de acuerdo en que era lo mejor

ella se volvió para mirarme

cuando ya me alejabala

oí decir por encima del hombro

“volveremos a encontrarnos algún día en la avenida”

envueltos en tristeza.

Tuve un empleo

en los grandes bosques del norte

trabajando como cocinero

pero aquello nunca me gustó demasiado

y un día el hacha cayó

así que me largué para Nueva Orleans

donde me empleé algún tiempo

en un barco de pesca

en los alrededores de Delacroix

pero entretanto yo estaba solo

el pasado pegado a mis talones

vi montones de mujeres

pero ella nunca salió de mi mente

y solo crecí

envuelto en tristeza.

Ella trabajaba en un local “topless”

y yo me paré allí a tomar una cerveza

sólo miré su perfila la luz del foco

y después cuando la gente se iba

yo iba a hacer lo propio

ella estaba de pie ahí detrás de mi asiento

me dijo,

“no sé como te llamas”

yo murmuré algo en voz muy baja

ella estudió los rasgos de mi cara,

debo admitir que me sentí algo incómodo

cuando se agachó para atar el cordón de mi zapato

envuelto en tristeza.

Ella encendió un fuego de la estufa

y me pasó una pipa

“creí que nunca ibas a decir hola”,

dijo ella

entonces abrió un libro de poemas

y me lo pasó

escrito por un poeta italiano

del siglo trece

y cada una de las palabras sonaba a verdad

y brillaba como un carbón ardiente

fluyendo de cada página

como si estuvieran escritas en mi alma

de mí a ti

envuelto en tristeza.


Viví con ellos en la calle Montague

en un sótano bajo la escalera

de noche había música en los cafés

y revolución en el aire

luego él empezó a comerciar con esclavos

y algo en su interior murió

ella tuvo que vender todo lo que tenía

y se volvió muy fría

y cuando por fin llegó a tocar fondo

me volví taciturno

la única cosa que supe hacer

fue seguir adelante, como un ave que vuela

envuelta en tristeza.

De modo que ahora estoy volviendo otra vez

tengo que encontrarla de algún modo

toda la gente que solíamos tratar

ahora me parece una ilusión

unos son matemáticos

otras son mujeres de carpinteros

no sé cómo empezó todo esto

no sé qué están haciendo con sus vidas

pero yo, yo todavía estoy en la carretera

dirigiéndome a otro cruce

siempre hemos sentido lo mismo

sólo que lo vemos desde un punto de vista diferente.

envuelto en tristeza.



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